NO SOY UN FRACASO
De Mario García Torres y Aaron Schuster
PRENSA
La obra causa sorpresa, lo que pareciera la extensión de un chiste iniciado hace más de cinco décadas en la Meca del cine, comienza a adquirir tintes profundos y filosóficos.
Diario Momento
Puebla
Lo más importante de este trabajo está en tomar este tema tan peculiar, crear una pieza luminosa (en el sentido de reveladora de mundos inexplorados) con pocos elementos, inquietar al público asistente y mandarnos a casa con muchas preguntas sobre lo que vimos.
Gunary Prado
Sinestesia Escénica, Michoacán
Interpretación solvente del actor Rodrigo Carrillo Tripp. Una obra con toque intimista, disfrutable, donde plantea ese cuestionamiento entre la obra y su creación
Juan José Campos
Lumen, San Luis Potosí
Teatro · Cine · Arte Conceptual
Texto original
Teatros, auditorios, salones, cajas negras de mediano formato
Duración: 60 minutos
Público objetivo: adultos y adolescentes mayores de 15 años
Idioma: español
Personas que viajan: 3
SINOPSIS
En el monólogo No soy un fracaso conoceremos a Alan Smithee. No es una persona, es más bien una idea, una cosa. Es el pseudónimo que muchos cineastas de Hollywood han utilizado para ocultar su identidad.
A través de una conferencia, Smithee narra cómo se originó la creación de su nombre y cómo a lo largo de los años ha servido de refugio para muchos artistas decepcionados del resultado de su trabajo. Las más de ochenta películas acreditadas a este personaje dan pauta también a preguntas sobre teorías del arte.
A lo largo de este espectáculo, veremos cómo este singular personaje -o el actor- lucha por validar su existencia, por demostrar que, aunque su historia está construida por fracasos, él no es un fracaso.